Primero que todo, bienvenidos a mi blog; agradezco el que me dediquen unos valiosos minutitos de su tiempo cuando de seguro tienen cosas mas apremiantes o menos aburridas que hacer. También resaltar, que es mi primera entrada, y vaya que me costó ganarle a la pereza, pero fruto de la última reunión que tuvimos algunos miembro de la Sociedad Escéptica Racionalista (SER, la pueden buscar en Facebook) me inspiré y vencí la pereza que me daba externar mis ideas. Dejando atrás la cháchara, entremos en materia.
Recientemente perdí un valioso tiempo de mi vida en youtube oyendo algunas exposiciones de William L. Craig (si no saben quién es googleenlo, no quiero abundar mucho sobre alguien tan irritante), no me detendré a señalar lo flojo de sus argumentaciones, repetitivas por demás, porque son más de carácter emocionales que racionales; pero deseo tocar un punto en particular de todos sus planteamientos:
"Pero si el ateísmo falla al proveer un propósito a la vida y al universo ¿Qué pasa con el deísmo bíblico? De acuerdo con la perspectiva bíblica, dios si existe y la vida no termina en la tumba" -ver en youtube William Lane Craig Vs. Richard Dawkins (Cristianismo Vs Ateísmo)-; cabe aclarar que el supuesto debate es un montaje, ya que hasta la fecha Dawkins no ha accedido, y me parece que nunca accederá, a un encuentro con Craig.
El argumento antes expuesto no es original, ni único de este singular personaje, de hecho es uno de los planteamientos que más se han esgrimido en contra del ateísmo, a pesar de que es uno muy subjetivo; pero la idea es ilustrar con tan excéntrica persona, en función de los demás.
Casi todas las religiones profesan con vehemencia la vida después de la muerte, ya sea por medio de la resurrección o la reencarnación. Es el incentivo para los creyentes, pórtate bien en esta vida y se te renovará el contrato, es en verdad la mejor oferta que se le puede hacer a cualquiera, hay que estar loco para rechazar un convenio así ¿O no?
La gente en su mayoría asume que sin la creencia en una deidad superior, que garantice otra vida después de esta. nuestra existencia carece de sentido alguno y por definición, si no profesa una creencia en dicha deidad (sea Yavé, Brhaman, Alá) tu existencia como tal no tiene sentido. Por eso se pierde valioso tiempo en los templos e iglesias, adorando a seres invisibles -casualmente-, que de existir en realidad, no se preocupan en lo más mínimo por la humanidad.
Y respeto a quién guste de hacerlo así, todos tienen derecho a hacer el bien creyendo que van a ser recompensados más adelante y no por un sentido de empatía hacia tus congéneres o hacia el mundo que habitas -sí, ya se que hay excepciones-. En este punto diré que el universo y lo que en él hay se explica sin la necesidad de un viejo barbudo, por lo que prefiero no perder el tiempo en "fantasías espirituales", como diría Carl Sagan.
No por ello mi vida, ni la de nadie, deja de tener sentido (o mejor aun, significado). ¿Sí los ateos no esperan una vida más allá de esta, que le da sentido a sus vidas? Se lo responderé con un ejemplo simple: Si yo les diera una moneda a alguno de ustedes y les dijera "Cuando gastes esa moneda yo te daré otra". Lo más probable es que no tengan reparo en gastar la moneda, después de todo hay otra en fondo. Pero si en cambio les diera la misma moneda y les dijera, "ten, esta es la única moneda que voy a darte", apuesto a que la gastarían sabiamente ¿O me equivoco?
Lo mismo pasa con los ateos, estamos conscientes de que esta vida es única y que si bien no tiene un sentido objetivo, no deja de ser valiosa; por lo que de usual preferimos maravillarnos y aprender acerca de la naturaleza de las cosas. Este universo es maravilloso, con todo y sus incógnitas, además de que como bien dice Dawkins, hubieron millones de espermatozoides que bien pudieran estar ocupando nuestro lugar en el mundo y nada más hay que observar nuestro entorno para comprender lo maravilloso que es vivir, una noche estrellada por ejemplo.
Comprendamos que solo tenemos el ahora y aprovechemoslo.
